El otro día hablaba sobre lo complicado que parecía que se ampliase Kioto. Que los políticos de tantos países se pusieran de acuerdo en reducir las emisiones de CO2. Pues ya ha quedado demostrado que no solo es difícil, es imposible.
Cinco países (Rusia, Canadá, Japón, Suiza y Nueva Zelanda) se niegan rotundamente a firmar las ampliaciones que la Unión Europea quiere hacer al protocolo de Kioto. Países como Japón, tan expuestos a los efectos del calentamiento global, no quieren ni oír hablar de limitar las emisiones. Aducen que eso reduciría sobremanera su crecimiento económico.
La parte que no acabo de entender es si no podría suponer un aumento considerable en las nuevas industrias que deberían encargase de limitar esas emisiones; bien fuese filtrando las emisiones que no se puedan reducir bien desarrollando nuevos métodos, ideas y maquinaria que redujesen las nuevas.
Además, ¿ no se dan cuenta que el calentamiento global lo que precisamente va a hacer es reducir drásticamente no solo el crecimiento sino la economía actual ? La cantidad de área cultivable junto con las condiciones meteorológicas extremas hará que la agricultura pase por años realmente difíciles. El aumento del nivel del mar hará que cada vez haya que invertir más y más en asegurar nuestras costas. O algo tan sencillo como la pérdida del turismo de invierno en lugares tan explotados actualmente.
Al final, como siempre, los que más sufriremos los embistes seremos los de abajo. Parece que una vez más los seres humanos no aprendemos de la historia.
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