Todos los que alguna vez hayan visto alguna película o capítulo de Star Trek sabrán lo que es un campo deflector: un invento que defiende a los habitantes de una nave espacial de las agresiones a que están sometidas provenientes del espacio exterior.
Y no penséis que esas agresiones son pocas. Desde los rayos gamma que recorren el universo provenientes de estallidos de novas o choques de agujeros negros o rayos X hasta las más nocivas (por su proximidad y número) partículas provenientes del viento solar.
Estas últimas tienen su máximo en cada una de las tormentas que azotan periódicamente la atmósfera de nuestro astro rey. Las actuales naves tienen algo de protección contra ellas. Sin embargo naves más antiguas como los de la serie Apolo tuvieron la enorme suerte de salir de nuestra atmósfera justo entre dos episodios de tormentas. Si hubiesen salido durante una de ellas posiblemente todos sus ocupantes hubiesen muerto o sufrido alteraciones irreversibles. Y es que estas partículas son lo suficientemente grandes y energéticas como para chocar contra los protones que forman los átomos de nuestro ADN haciéndole a este último un daño irreversible.
Sin embargo algunos científicos se han vuelto a fijar en la ciencia ficción para buscar una solución. Con la idea de ese escudo deflector han hecho unas pruebas en laboratorio. Han cogido un objeto pequeño, han creado un campo magnético a su alrededor, han creado un chorro de plasma semejante al que manda el Sol y han probado que se forma una burbuja que rodea los límites de aplicación del campo y en el que el plasma no entra.
Esta claro que una nave espacial es mucho más grande y compleja que un pequeño objeto de laboratorio. Pero por algún lado habrá que empezar. Y si algún día queremos que alguien vaya a Marte y más allá necesitará algo así para no volver con unos cuantos cánceres (como mínimo) de regalo.
Página original
Y no penséis que esas agresiones son pocas. Desde los rayos gamma que recorren el universo provenientes de estallidos de novas o choques de agujeros negros o rayos X hasta las más nocivas (por su proximidad y número) partículas provenientes del viento solar.
Estas últimas tienen su máximo en cada una de las tormentas que azotan periódicamente la atmósfera de nuestro astro rey. Las actuales naves tienen algo de protección contra ellas. Sin embargo naves más antiguas como los de la serie Apolo tuvieron la enorme suerte de salir de nuestra atmósfera justo entre dos episodios de tormentas. Si hubiesen salido durante una de ellas posiblemente todos sus ocupantes hubiesen muerto o sufrido alteraciones irreversibles. Y es que estas partículas son lo suficientemente grandes y energéticas como para chocar contra los protones que forman los átomos de nuestro ADN haciéndole a este último un daño irreversible.
Sin embargo algunos científicos se han vuelto a fijar en la ciencia ficción para buscar una solución. Con la idea de ese escudo deflector han hecho unas pruebas en laboratorio. Han cogido un objeto pequeño, han creado un campo magnético a su alrededor, han creado un chorro de plasma semejante al que manda el Sol y han probado que se forma una burbuja que rodea los límites de aplicación del campo y en el que el plasma no entra.
Esta claro que una nave espacial es mucho más grande y compleja que un pequeño objeto de laboratorio. Pero por algún lado habrá que empezar. Y si algún día queremos que alguien vaya a Marte y más allá necesitará algo así para no volver con unos cuantos cánceres (como mínimo) de regalo.
vaya, cada vez más cerca de las pelis! al final, los nietos de nuestros nietos harán viajes interestelares o algo así! jeje
ResponderEliminarOjala!!!
ResponderEliminarEs la única forma que tenemos de sobrevivir como especie. Por muy poco alentador que suene a veces.
Para que luego digan que la CIFI es una chorrada!
ResponderEliminarfeliz dominguito de resaca, Moisés! jeje!
Si hubieran sabido eso seguro que en Solaris no habría sido afectados en aquella nave espacial. Seguro que aquello que clonaba sus pensamientos tenia algo que ver con ese polvo solar.
ResponderEliminarPronto se podrá visitar Marte, seguro. :D
Pues yo soy o un incrédulo o un zoquete, porque no nos veo en Marte de ninguna de las maneras (ni a nosotros ni a las generaciones que vengan). ¡Un abrazo!
ResponderEliminarMary eso es lo que digo yo.
ResponderEliminarY las manos biónicas estilo Star Wars tampoco están tan lejos de ser posible.
Un abrazo!!
P.D. Hace falta mucho (o no beber bien) para tener domingos de resaca ;)
Taratela yo creo que en Solaris se esnifaron el polvo que no debían :)
ResponderEliminarPues siento decirte que no estoy de acuerdo contigo Max. Yo creo que en menos de 50 años el hombre pisará Marte.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hombre, Moisés, pisarlo, lo que se dice pisarlo, es muy posible, pero llegar a colonizarlo, como he entendido en tu respuesta a El Tío Mati... ¡Saludos!
ResponderEliminarEso solo será cuestión de otros 50 ó 100 años.
ResponderEliminarEn la historia de la humanidad un paso.
Las pelis de ciencia ficción solo nos preparan para lo que viene. Todas se van haciendo realidad antes o despues.
ResponderEliminarUn saludo desde el espacio, la última frontera.
Es que muchas películas de ciencia ficción están basadas en libros de autores a los que les encanta la ciencia. Y buscan inspiración en ella para narrar historias.
ResponderEliminarAdemás, muchas veces cuentan historias que son realmente alegatos sociales enmarcados en una realidad "extraña". ¿ Os habéis leído la Fundación ?
Es un buen invento a ver si lo desarrollan más para poder seguir conquistando y descubriendo el espacio.. besos
ResponderEliminarEl problema es que mientras haya que hacer las pruebas del mareo para subir ... mi menda se quedará en tierra :(
ResponderEliminarJejeje, cada vez, tu blog se parece más a un blog Geek y me encanta! me molan este tipo de noticias.
ResponderEliminarGracias Oca :)
ResponderEliminarEso es un buen cumplido.