23 noviembre 2007

Cinco paraísos perdidos. Vol.1

Hay un mundo lleno de maravillas que nunca veré (lo malo se ser pobre).
Ahí fuera, a unas horas de avión de dónde me encuentro, existen verdaderos paraísos que me gustaría visitar algún día. Mientras no pueda mostraros una foto hecha por mí de estos sitios, os dejo una pequeña muestra de dónde podréis encontrarme si alguna vez me pudiera perder...

1.- Findlandia. Auroras boreales.

Impresionantes espectáculos lumínicos, producidos por nubes de partículas que, atraídas por el campo gravitatorio de la tierra, emanan gas y nos dejan imágenes como esta (explicación un poco cutre del fenómeno, lo se, pero tampoco es cuestión de disertar sobre el tema):



2.- Argentina, Tierra del Fuego.
El confín del mundo. La Patagonia. Desiertos vastos e indómitos. Llamados tierra de fuego porque los colonizadores del nuevo mundo, al llegar a sus costas, veían sorprendidos las columnas de humo y el fuego de las hogueras de los indígenas. Tan sorprendente como hermosa:



3.- Egipto. El valle de los reyes.

Templo de Hatshepsut. Reina de Egipto, su nombre significaba "la primera de las damas nobles", una pionera ya en su tiempo, pasó la vida construyendo la morada de su muerte, y es que, al fín y al cabo, todos acabaremos en brazos de Osiris.



4.- Méjico. Ruinas de Tulum.
Tiene que ser un auténtico placer estar sumergido en unas aguas tan cristalinas mientras te contemplan miles de años de historia, lo que más me sorprende de Méjico es que es conocido por sus playas, mientras esconde tesoros como estos:



5.- Argentina, Brasil y Paraguay. Cataratas de Iguazú.
Parque nacional y patrimonio de la humanidad. Rodeadas de selva subtropical, las forma el río Iguazú antes de desembocar en el río Paraná. Se formó hace doscientos mil años, consecuencia de una falla geolólogica, tiene 80 metros de altura, 2700 de extensión y pasan por sus arcos 1500 metros cúbicos de agua por segundo... casi ná:



Lo dicho, a ahorrar para poder coger aviones. Si os ha gustado, prometo más.

1 comentario:

  1. Anónimo9:40 p. m.

    Ayyy, con lo feliz que sería yo con unos cuantos milloncejos de euros. Si iba a ser bueno y los iba a repartir por todo el mundo ... ¿ no me los merezco ?

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