Cuento de hadas real

En una casita de clase media trabajadora británica vivía Peter Collier con su hermano y su bendita madre. Peter tenía 40 añitos y no se podía imaginar una existencia más placentera que la que tenía en ese momento. Se iba a las 5.30 de la mañana a trabajar. En el zurrón llevaba un bocadillito que le preparaba su madre. A las 5 de la tarde cuando volvía casa le tenían preparado un buen té caliente, la ropa limpia, la cama preparada. ¿ Qué más podía necesitar un hombre ? (sí era virgen).

Pero como la mujer ya tenía una edad un día, tras una caída en 2004, se quedó un poco maltrecha. Sin saber muy bien cómo pagar los cuidados que necesitaba mientras se iban a trabajar pensaron en rellenar un boleto de lotería. Eso que muchos decimos cuando no nos ha tocado a nosotros "seguro que le ha tocado a alguien que le hacía más falta que a mi" se cumplió en este caso. Con 8 millones y medio más de libras en su cuenta bancaria se les solucionó la papeleta. Llamaron a una agencia de enfermeras.

Después de varios cambios consiguieron encontrar en marzo de 2005 a una enfermera que parecía preocuparse por la mujer. Se llamaba Donna y se preocupaba de lavar, peinar y pintar a la mujer para que se sintiese mejor viéndose bella.

Pero claro, era cuestión de tiempo. En abril del 2006 y con 86 años Grace (la madre del muchacho) pasó a mejor vida. Peter y su hermano llamaron a toda persona que consideraron que alguna vez se preocupó por su madre. Claro está, quisieron que Donna fuese una de las que acudiese. Se ve que la muchacha vio a los hermanos totalmente destrozados y después del entierro los llamó varias veces para interesarse por su estado de ánimo. Tanto le conmovió que en un momento dado decidió dejar su matrimonio, con tres hijos, e intentar una nueva vida junto a Peter.

Por fin, en febrero del 2007, Peter pudo saber porque los adultos gustan de estar con otras mujeres diferentes a su madre. Pasó ese año de noviazgo y en enero del 2008 Peter le pidió matrimonio. Ella le dijo que sí. Y ya están preparando el enlace para julio de este año.

A ella la han tachado de fresca (por decirlo suavemente) y de querer aprovecharse del dinero de Peter. Sin embargo durante todo este tiempo en ningún momento ha dejado de trabajar. Lo hace de lunes a miércoles cuidando ancianos por 6 libras la hora. E incluso enfrentándose a su propia familia dice que la vida se pasa demasiado pronto y quiere disfrutarla y hacersela disfrutar a su próximo marido.

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